13 de julio de 2013

Deja en paz al diablo, John Verdon


Título: Deja en paz al diablo.
Autor: John Verdon. 

Para empezar os diré que me ha encantado. No es muy común encontrar un libro sobre crímenes que sea totalmente impredecible, cualquiera podría ser el asesino. Deja en paz al diablo es el tercer libro de una saga de John Verdon cuyo protagonista es un detective retirado, Dave Gurney.


Un asesino lleva suelto diez años. Tras acabar con la vida de seis personas con una motivación peculiar, El Buen Pastor desapareció dejando un vacío en la vida de los familiares de las víctimas y una idea muy clara en la mente del FBI: el asesino es religioso y quiere acabar con la codicia de la humanidad, quiere luchar contra el materialismo acabando con la vida de conductores de coches de lujo... Pero, ¿por qué solo seis víctimas? ¿Por qué solo Mercedes negros? ¿Por qué ser frío y racional para luego escribir un manifiesto contrario a esa personalidad? ¿Las palabras definen al asesino o son sus actos?


Kim Corazón es una joven aspirante a periodista que consigue hacer de su tesis un proyecto de programa de televisión, Los huérfanos del crimen, donde quiere abordar el caso de El Buen Pastor desde el punto de vista de las consecuencias para los familiares de las seis personas asesinadas.


Ese es un punto del libro que me resultó bastante innovador. Solemos escuchar las noticias y acabamos conociendo solo el nombre del criminal. ¿Quién no conoce por lo menos tres nombres de asesinos de la vida real, pero no recuerda a quienes quedaron atrás? Siempre me ha parecido bastante inquietante que se conozca más al asesino que a la víctima. ¿Nos estamos volviendo fríos y morbosos? ¿Nos hemos dejado seducir por una televisión que ha borrado parte de nuestra humanidad? En Deja en paz al diablo de John Verdon conocemos también una parte del mundo televisivo que, creo que no me equivoco al afirmar esto, nos repugna y nos absorbe por igual. A día de hoy vemos en el telediario como ejecutan a alguien en otro país con un tiro en la cabeza y no nos asombra demasiado. Y sí, tienen tan poco sentido común que ponen esas cosas en horario infantil y les da igual.

Hace unos meses estaba comiendo mientras veía las noticias cuando la presentadora dijo "un rebelde sirio se come el corazón de un soldado, no vamos a poner las imágenes completas porque pueden dañar la sensibilidad del público". Cuál fue mi sorpresa al ver la escena completa unos segundos después levemente pixelada, tan sutil que se podía ver absolutamente todo. Pensé en los niños que a esa hora llegarían a casa a comer y estarían con sus padres viendo la televisión. Unos meses antes de esto la misma cadena de televisión bajo la misma falsa intención de no dejar ver la escena completa pusieron las imágenes de una cámara de seguridad que había filmado una violación. ¿En qué mundo vivimos para que algo así nos parezca normal?

Todo esto pasó por mi cabeza cuando la ya mencionada Kim Corazón habla con el detective Gurney para su proyecto. Ella quería hacer entrevistas que dejaran huella sobre las emociones de las víctimas y en cierto modo le asustaba que la cadena de televisión pervirtiera su idea. Cuando El Buen Pastor cometió sus asesinatos no dejaron de hacer recreaciones del crimen,infundían miedo a la sociedad con sus comentarios y daban más valor al asesino que a las víctimas. Es lo que pasa cuando el periodismo se convierte en un negocio.


Pero el detective Gurney no está cómodo con los casos sin resolver, en especial si piensa que la policía no hizo bien su trabajo en el momento de los crímenes. Él cree que hay demasiadas preguntas sin contestar, que el FBI aceptó demasiado rápido las palabras del manifiesto del asesino en lugar de preguntarse qué podía haber más allá. No investigaron los casos de manera individual y, en cierto modo, eso pudo ser lo que El Buen Pastor buscaba. Así que Gurney se involucra y empieza a hacer preguntas.


Pero no pasa desapercibido y mucha gente poderosa piensa que les trata como si fueran estúpidos por cuestionarse su planteamiento del caso y, por otro lado, él se pregunta si el acosador de Kim Corazón es su exnovio o en realidad forma parte del caso de diez años atrás. Cosas aparentemente inofensivas ocurren en casa de Kim y la policía no hace caso porque hay crímenes más importantes que resolver. Un cuchillo que desaparece, gotas de sangre de vaca en el suelo, bombillas aflojadas... Kim no duda sobre la autoría de estos hechos, cree que todo es cosa de su ex y Gurney tratará de averiguar qué es lo que sucede… Poco más puedo contar sin desvelar más de la trama y creo que lo más interesante de este libro es dejar que te vaya sorprendiendo cada avance y que sientas las ganas de pasar página tras página hasta terminar el libro a las cinco de la madrugada como me pasó a mi.


Solo me queda comentar que me resultó muy inquietante el momento en el que al fin se pronuncia la frase que da título al libro "Deja en paz al diablo". Cuando leo este tipo de novelas trato de descifrar el enigma por mi cuenta para ver si consigo saber quién es el asesino antes de que aparezca al fin su nombre en escena. No suele resultarme difícil, supongo que he visto demasiadas películas, series y leído demasiados libros como para que un argumento de este estilo me sorprenda, pero cuando llegué a ese momento clave... tuve que parar de leer y recapitular para poner en orden las pistas y darle forma. Totalmente inesperado. No os voy a decir que este libro sea un clásico dentro de cien años, pero si os diré que espero que John Verdon siga en esta línea porque cada libro que escribe me gusta más. Sé lo que estás pensando me gustó, No abras los ojos me entretuvo muchísimo y Deja en paz al diablo ha conseguido que me haga fan completamente.


Así es como un autor de intriga se hace con un hueco en mis estantes. Primero fue John Katzenbach con su espectacular novela El psicoanalista y ahora John Verdon con Deja en paz al diablo. Supongo que al igual que Katzenbach se ha convertido en uno de mis autores fetiche si Verdon sigue en esta línea narrativa ocupará un puesto a su lado.


Utopía Crítica.

5 comentarios:

  1. Buff... No sabes como me alegra que alguien haya quedado satisfecho con esta tercera entrega, de momento lo que encontrado habían sido comentarios diciendo que Deja en paz al diablo era más flojo y pesado, y la verdad es que tenía mis dudas para comenzar su lectura con estas inseguridades. Gracias a su opinión estoy más tranquila y de hecho voy a empezar ahora mismo. Larga vida a David Gurney!

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  2. Ha sido uno de los mejores libros de suspenso que yo haya leído, se ha ganado un lugar como mis favoritos, su narrativa es muy buena atrae mucho al lector y sabe como mantenerte pegado y llegar con situaciones inesperadas

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  3. el libro no me sorprendió tanrto como los dos anteriores pero no es culpa del libro mas bien al hecho de que ya habia visto la premisa del asesino en una pelicula, pero no me malentiendan el libro es bueno excelente narrativa te mantiene atrapado hasta el final, lo bueno de jhon verdon es que es impredecible, pero cuando se me revelo las incognitas de la trama no pude evitar pensar en una pelicula que vi hace tiempo, hubiese sido muy distinto si no hubiese visto la pelicula

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  4. Vaya, veo que coincidimos en gustos en novela negra. Larga vida a John Katzenbach y John Verdon (para que sigan entreteniéndonos).
    Inmediatamente después de leer "No abras los ojos" seguí con este y ahora tengo entre manos otra obra suya. Me gusta la evolución del personaje Dave Gurney, con sus debilidades, su sentido común y su capacidad para resolver misterios. Aprecio mucho que no quede ningún cabo suelto, lo mismo que aprecio algunas de las perlas que el autor pone en boca de sus personajes (esos asuntillos y frases que te hacen meditar).

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